Bajo la mirada atenta de los invitados, los novios dan sus primeros pasos como marido y mujer. Y qué mejor forma de hacerlo que al mismo compás.
El Cenador de Amós crea la atmósfera perfecta para celebrar el día más especial de los recién casados. Un paisaje típico de Cantabria, con tonos verdes y colores vivos de los centros de flores.
Con la llegada de los invitados, se descubre un ambiente mezclado con aromas a delicias y felicidad. Todo está a punto para que los protagonistas declaren un “sí quiero” por todo lo alto.
Tras el cóctel y el banquete, los comensales han degustado la esencia de cada plato, elaborado con pasión, tradición, y el ingrediente secreto para este día: mucho amor.
Una alta gastronomía que Jesús Sánchez crea y modela para cada ocasión.
Apenas acaban de cortar la tarta, cuando se abre paso a un escenario donde los focos apuntan a los recién casados. El momento más esperado por todos. ¿Qué bailarán, qué canción sonará?
Caminando juntos hasta el centro de la carpa o el salón de baile original de la casa, las luces bajan su intensidad para crear el clima perfecto del baile de los novios.
Mientras suena de fondo la banda sonora de sus vidas, se mueven de derecha a izquierda al mismo compás. Con cuidado para no pisarse, se balancean suavemente al ritmo de la música, añadiendo giros que deja ver con detalle el vestido de ella y el traje de él.
Los invitados envuelven la escena, arropándoles en este momento tan especial de la boda que jamás olvidarán.